miércoles, 16 de febrero de 2011

Tempus ex machina 2

¡Imagínense mi sorpresa cuando una máquina del tiempo apareció en la sala de mi casa! 
¡Claro que era una máquina del tiempo! Después de decenas de novelas, cuentos y películas, podía identificar una máquina del tiempo hasta con los libros cerrados... 
Era un asiento rodeado de tubos, palancas, diales y luces. Además tenía "partes de metal, cristal de roca y marfil". 
Me senté y me puse a pensar ¿A cuándo (y dónde) sería bueno ir? 
¿A la era jurásica? ¿Al futuro? ¿Al histórico momento en que se inventó la rueda?... 
De pronto se me ocurrió la idea. 
¡Claro! ¡No podía ser de otro modo! 
Ajusté los diales de las coordenadas tempoespaciales, oprimí el botón y...
...¡la máquina del tiempo desapareció y yo caí de sopetón! 
¡Imagínense la sorpresa de H. G. Wells cuando una máquina del tiempo aparezca en la sala de su casa!

5 comentarios:

Héctor Ugalde dijo...

Todas las máquinas del tiempo son iguales, excepto el De Lorean de Volver al Futuro, pero esa es una máquina del tiempo con clase. :]

Unknown dijo...

Me has hecho reír!!!
Buena elección la de tu personaje

bicefalepena dijo...

Eso explica que nadie pueda contar un viaje en el tiempo. Es la máquina la que se mueve. Sola.

Muy divertido
Un abrazo

Sara Nieto dijo...

Muy ingenioso, Héctor. Me gustó

budoson dijo...

Interesante, interesante. Y el título, no podía ser más apropiado.

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